domingo, 13 de marzo de 2011

Semana I de Cuaresma

"Al Señor, tu Dios, adorarás y sólo a él darás culto" 
Mt 4, 10

Con estas palabras responde Jesús a la tentación que le acaece en el desierto, lugar de prueba, de peligro, de soledad, de silencio, de tentación...

El Señor prepara aquí el inicio de su andadura pública. Las oportunidades de rechazar su misión y de cambiar los planes de Dios acechan sobre él. La personificación del poder del mal sirve de espejo donde se reflejan los miedos y las debilidades humanas más habituales:
- La materialidad: Ante la vida cosificada que hoy vivimos nosotros, ¿sabemos llevar una vida de cierta austeridad y responder con Jesús y decir "No sólo de pan vive el hombre"? 
- El poder: Ante la posibilidad de servir a los intereses desalmados del poder por el poder y de la fuerza sobre los demás, siendo autosuficientes, ¿estamos dispuestos a reaccionar como Jesús y pronunciar el "No tentarás al Señor, tu Dios"?
- La idolatría: Quizás, la tentación más sutil y, por ello, la más extendida en nuestros días: adorar a falsos dioses que nos prometen una felicidad instantánea, sin esfuerzo ni dolor, ante la cuál Jesús, contundente, responde: "Al Señor, tu Dios, adorarás y sólo a él darás culto".

La Cuaresma nos ofrece un tiempo idóneo para mantenernos despiertos, atentos a los signos de Dios que se nos presentan en lo cotidiano. No es fácil, pues Él gusta esconderse en lo sencillo y, a veces, en lo insignificante. Huye, por así decirlo, de las grandes parafernalias. "Señor, que mi única alabanza sea para ti."

Te ofrecemos un vídeo de nuestro canal para unirte a la alabanza:



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